El Cerro de Enmedio, entre Campillos Sierra y Cañete

Vistas desde el Cerro de Enmedio

Era una agradable tarde de la Semana Santa del 2015 cuando me decidí ir a dar un tranquilo paseo por el Cerro de Enmedio, ya conocía esta pequeña gran mole por otras visitas tanto desde su suave ladera norte como por su abrupta ladera este (cerca del llamado como Barranco del Lobo).

Cerro de Enmedio

Como podéis ver, nos encontramos ante un paisaje muy cotidiano, una gran superficie rocosa y fundamentalmente plata cuyos límites se destacan por imponentes precipicios. Explicado de un modo un poco más técnico diríamos que estamos ante una forma geo-estructural coronada por un relieve subtabular ligeramente inclinada con una orientación Norte-Sur y cuyos bordes han sido vaciados (erosionados) por los dos ríos que la rodean esta pequeña gran mole. Es una forma como ya se ha dicho muy habitual en la comarca y en el municipio.

Cerro de Enmedio

Lo que podemos ver en la imagen anterior es la 2º cima de esta montañita (1259m). Al ser muy llana no es tan instantáneo ver la cima como si pasa en otros relieves terminado en vértice, pero es relativamente fácil saberlo. En este caso las dos pequeñas cimas de este lugar están dentro del término de Cañete (1259m y 1273m) con el cual compartimos el Cerro.

Vistas al norte desde el Cerro de Enmedio

En la imagen anterior podemos una imagen bastante bonita en dirección norte. Es más, la gran montaña que vemos a la izquierda de la imagen es la Sierra de Valdemeca y con ella la 2º montaña más alta de la Serranía de Cuenca (Collado Bajo) con sus 1839m. Un paraje absolutamente espectacular y con unas características climáticas y de vegetación ligeramente diferentes al del resto de la Serranía, en otra entrada de este blog la visitaremos, ya que es digno de admiración.

Vistas al norte desde el Cerro de Enmedio

Esta imagen es muy parecida a la anterior pero se desplaza un poco. Una de las cosas que aquí podemos observar (imaginándolo) es que justo en dirección norte y debajo de la sierra que hay en el frente tenemos la Ermita de Altarejos (Campillos Sierra).

Si nos desplazamos un poco hacia la derecha podemos ver como hay una valle fluvial que se va cerrando por las montañas colindante y que es el camino tradicional entre Altarejos y Tejadillos (localidad digna de visitar). Y curiosamente las montañas que se ven al fondo del todo en esa son las que están en el propio valle donde se asienta Tejadillos. Un paseo relajado y digno de realizar.

Cima del Cerro de Enmedio

En este punto realizamos un ágil giro de 180º y pasamos a mirar al sur. Aunque no se aprecie bien lo que vemos delante (o imaginamos) es la confluencia del río Laguna (por la derecha) y el río Tejadillos (por la izquierda). En este punto los dos ríos se funden en uno, pero de un modo efímero, pues en apenas 2km se convierte en un afluente del río Mayor (Cañete). Como habréis imaginado  el valle que se ve al fondo es el de Cañete y por donde pasa la carretera que une Cuenca con Teruel. El cual por cierto es una ruta tradicional como mínimo desde tiempos del Imperio Romano sino antes.

Un detalle curioso es que en la cartografía oficial (Instituto Geográfico Nacional y Servicio Geográfico del Ejercito) el río Laguna aparece como el río Campillos.

Cerro de Enmedio

Lo que podemos ver en esta imagen y después de volver a realizar un giro de otros 180º (perdonad por el mareo) es una muestra de lo que es una superficie de erosión fundamental. Lo dejo por aquellos que más curiosos en temas de geología y geomorfología.

Vistas desde el Cerro de Enmedio

Vistas desde el Cerro de Enmedio

Estas dos últimas imágenes las pongo a modo de curiosidad, es la visión que tenemos al mirar hacia el este (hacia la provincia de Teruel), en ella podemos observar las potentes acumulaciones sedimentarias de cuando estas tierras estaban sumergidas alrededor de unos 50-200m aproximadamente bajo el extinto Mar de Thetis. Por cierto un mar tropical.

Cerro de Enmedio

Como despedida os dejo esta curiosa imagen, aunque en la fotografía no se puede apreciar la verdadera anchura de la grieta ni su profundidad.

AUTOR: MIGUEL ALEJANDRO CASTILLO MOYA